“…jingle bells, jingle bells
Jingle all the way…”
Para mí, la Navidad es la época más
mágica y hermosa que pueda existir. Es una temporada familiar, colmada de amor,
en la que se renuevan las esperanzas. Una celebración llena de color, luces y,
especialmente, tradiciones.
Precisamente, ahora que estoy
viviendo del otro lado del océano, he podido apreciar más de cerca lo
significativa que es la
Navidad para los catalanes, pero también la manera tan
peculiar en que la celebran. He llegado a pensar que en vez de festejarla en la
sala o el comedor deberían hacerlo en el baño. A seguidas entenderán mis
razones.
El Caganer
El caganer es una figurita que se
haya en todos los belenes catalanes. Es un hombrecito que se encuentra
escondido, muy próximo al pesebre, agachado, con los pantalones bajados, el
trasero al descubierto y, obviamente, ca…
La primera vez que lo vi no salí
de mi asombro y de mi risa, y aún me sigue provocando hilaridad. Ante mi
reacción mi novio sólo atinó a decirme: “no sé por qué te sorprende tanto. Para
mí es imposible imaginarme un belén sin un caganer. Es como si el nacimiento no
tuviese pastores o estrella”, -de más está decir que me quedé sin palabras ante
tal expresión-.
El Caga Tió
Tió es una palabra catalana que
significa “tronco”, así que podrán deducir el significado de “Caga Tió”.
El Caga Tió es uno de los
personajes más emblemáticos de las navidades en Cataluña. Se trata de un pedazo
de tronco, cubierto con una manta roja, que según la tradición los niños deben
golpear con palos cantando al unísono la canción del Caga Tió, para que el
tronco ca… regalos de navidad.
El sorteo de Navidad
Pero no todo fue ca… en esta
Navidad. Otra de las cosas que me llenó de sorpresa y satisfacción fue ver el
sorteo de Navidad de España. A diferencia de mi país, donde utilizan a personas
no videntes, para este especial sorteo los niños del colegio San Ildefonso de
Madrid se encargan de extraer y cantar los bolos que pueden cambiar la vida de
muchas personas gracias a los cientos de millones de euros que se sortean. Y,
en efecto así ocurrió. Este año, una de las historias que más me tocó el
corazón fue la de un inmigrante africano que había llegado a España en Patera
(el equivalente a una yola en República Dominicana). Cuando aquel joven
despertó a las 7:00 de la mañana del día 22 de diciembre tenía menos de 5 euros
en el bolsillo que no le daban ni para comer. Y, antes del mediodía, Dios le
cambió la vida. Aquel emigrante Senegalés había ganado 400 mil euros. Un gran
milagro de la Navidad. Sus ojos no paraban de
fabricar lágrimas y la emoción cortaba sus palabras. Él fue solo uno de los
tantos ganadores.
Honestamente, he vivido una Navidad peculiar, bonita,
emotiva y hasta un poco nostálgica por estar distante de mi familia. Pero sin
duda ha sido de gran bendición. Las navidades en Cataluña son muy bonitas,
pero, para mi gusto, le agregaría un poquito de “sopita” de sabor (caldito) con
par de merengues navideños de mi emisora de siempre ¡Cima Sabor Navideño!