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martes, diciembre 29, 2015

Un papel de baño... por favor




“…jingle bells, jingle bells
Jingle all the way…”


Para mí, la Navidad es la época más mágica y hermosa que pueda existir. Es una temporada familiar, colmada de amor, en la que se renuevan las esperanzas. Una celebración llena de color, luces y, especialmente, tradiciones.

Precisamente, ahora que estoy viviendo del otro lado del océano, he podido apreciar más de cerca lo significativa que es la Navidad para los catalanes, pero también la manera tan peculiar en que la celebran. He llegado a pensar que en vez de festejarla en la sala o el comedor deberían hacerlo en el baño. A seguidas entenderán mis razones.

El Caganer

El caganer es una figurita que se haya en todos los belenes catalanes. Es un hombrecito que se encuentra escondido, muy próximo al pesebre, agachado, con los pantalones bajados, el trasero al descubierto y, obviamente, ca…

La primera vez que lo vi no salí de mi asombro y de mi risa, y aún me sigue provocando hilaridad. Ante mi reacción mi novio sólo atinó a decirme: “no sé por qué te sorprende tanto. Para mí es imposible imaginarme un belén sin un caganer. Es como si el nacimiento no tuviese pastores o estrella”, -de más está decir que me quedé sin palabras ante tal expresión-. 




El Caga Tió

Tió es una palabra catalana que significa “tronco”, así que podrán deducir el significado de “Caga Tió”.

El Caga Tió es uno de los personajes más emblemáticos de las navidades en Cataluña. Se trata de un pedazo de tronco, cubierto con una manta roja, que según la tradición los niños deben golpear con palos cantando al unísono la canción del Caga Tió, para que el tronco ca… regalos de navidad.  



El sorteo de Navidad

Pero no todo fue ca… en esta Navidad. Otra de las cosas que me llenó de sorpresa y satisfacción fue ver el sorteo de Navidad de España. A diferencia de mi país, donde utilizan a personas no videntes, para este especial sorteo los niños del colegio San Ildefonso de Madrid se encargan de extraer y cantar los bolos que pueden cambiar la vida de muchas personas gracias a los cientos de millones de euros que se sortean. Y, en efecto así ocurrió. Este año, una de las historias que más me tocó el corazón fue la de un inmigrante africano que había llegado a España en Patera (el equivalente a una yola en República Dominicana). Cuando aquel joven despertó a las 7:00 de la mañana del día 22 de diciembre tenía menos de 5 euros en el bolsillo que no le daban ni para comer. Y, antes del mediodía, Dios le cambió la vida. Aquel emigrante Senegalés había ganado 400 mil euros. Un gran milagro de la Navidad.  Sus ojos no paraban de fabricar lágrimas y la emoción cortaba sus palabras. Él fue solo uno de los tantos ganadores.


Honestamente, he vivido una Navidad peculiar, bonita, emotiva y hasta un poco nostálgica por estar distante de mi familia. Pero sin duda ha sido de gran bendición. Las navidades en Cataluña son muy bonitas, pero, para mi gusto, le agregaría un poquito de “sopita” de sabor (caldito) con par de merengues navideños de mi emisora de siempre ¡Cima Sabor Navideño!

   

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