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viernes, febrero 23, 2007

Coraje de luz


“….Hoy vas a ser la mujé
que te dé la gana de ser
Hoy te vas a querer
como nadie ta sabio queré
Hoy vas a mirar pa’lante
que pa atrás ya te doy yo bastante
una mujé valiente, una mujé sonriente
mira como pasa

Hoy nasié la mujé perfecta que esperaban
ha roto sin pudore las reglas marcadas
Hoy ha calzado tacone para hacer sonar sus pasos
Hoy sabe que su vida nunca mas será un fracaso

Hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti…”

Bebe


Luz es la hija menor de un matrimonio campesino de 5 niñas. Creció con todos los mimos que a la más pequeña de la casa se le puede otorgar, por lo que desarrolló una personalidad bastante sensible, de hecho le decían “la ñoña”. Ya adulta decide “juntarse” con Alam, plenamente ilusionada creyéndolo su gran y perfecto amor.

Al cabo de los meses resultó embarazada y tuvo a Michael. Luz vivía en medio de la pobreza pero se sentía feliz porque tenia el amor de su marido y su pequeño retoño; sin embargo, un buen día, sin decir nada, Alam la abandonó.

Con un niño a cuestas, sin dinero, ni casa, Luz regresa con sus padres. Por suerte, Dios le había deparado en su camino a José, un señor del cual se enamoró, sin importar la discapacidad física que poseía. El tenía solo una pierna. José es policía y en un enfrentamiento con unos delincuentes estos le dispararon, provocándole que le amputaran una de sus extremidades superiores.

Pero a pesar de ello, no mermó sus deseos de vivir y conformar un hogar, es así como le pide a Luz que se convierta en su mujer.

Aunque era una madre feliz, y se sentía enamoradísima de José, en su interior faltaba algo. Luz quería algo más para su vida, gracias a que no buscaba ser ama de casa por el resto de sus días. ella siempre tuvo la inquietud de servir a la patria en una fuerza castrense. Algo extraño tomando en consideración lo “ñoña” que era.

Su marido le ayudó a entrar al programa de formación para nuevos policías. El primer día a su entrada al programa su alegría e ilusiones eran palpables; sin embargo, las cosas tomaron otro color al pasar por el temido “centro”.

Al cabo de las primeras semanas parecía otra mujer, había rebajado más de 30 libras y estaba irreconocible. Con apariencia demacrada, sus familiares se alarmaron al verla y le pidieron que se retirara, pero ella dijo ¡no!. sus compañeros se burlaban de ella y murmuraban “ella no va a durar mucho aquí”. Lágrimas, mareos, hambre, trasnoches y ejercicio físico forzoso soportaba la joven, pero a pesar de ello continuó luchando.

El programa de seis meses terminaba en febrero, pero en noviembre una sorpresa llegó. Luz estaba embarazada. Ella lloró incansablemente porque eso implicaba salir del proyecto, gracias a que una mujer en estado no puede exponerse a tales tratos, sin embargo decidió no irse y mantuvo en secreto su condición. Pasaban las semanas, y ella procuraba ocultar sus “malestares”. Con cada día que transcurría Luz veía que su meta se acercaba y un pequeño ser en su vientre crecía.

Justo a 2 días de finalizar el centro, su comandante se paró frente del grupo de mujeres y dijo “vamos a probar si hay alguna de ustedes que está embarazada. Harán pechadas, abdominales y le darán 4 vueltas a este estadio” cuando Luz escuchó eso las piernas le temblaron y una lágrima bajó por sus mejillas. No obstante se dispuso a hacer el ejercicio físico y como si fuere un milagro de Dios, realizó 30 pechadas y 37 abdominales en 2 minutos sin sentir dolor alguno, lo mismo ocurrió con las vueltas al estadio las cuales realizó en 4 minutos 37 segundos. Después de finalizar esto lloró grandemente de emoción y agradeció a Dios por su ayuda y protección a su criatura.

Finalmente Luz logró graduarse y cantó en sus adentros orgullosamente “hoy soy la mujer que siempre quise ser… nadie puede hacerme daño, nadie puede hacerme daño…”


(Esta es una historia verídica)

1 comentario:

Ely Segura dijo...

Hola, Soranyi!
Tú siempre con tus historias.Lo lindo del caso es que,según dices, son verídicas.
Sigue contándolas,qué ninguna frecuencia interfiera con lo que quieres expresar.
Te deseo lo mejor!

Ely